Leo en Europa Press que han medido la expansión del universo con un nuevo método mucho más preciso que los anteriores. El resultado es sorprendente porque según este método las galáxias se separan entre sí un 9% más rápido que lo que predecía la física conocida. Deducen que es como si la aceleración de la expansión no hubiera sido constante desde el supuesto nacimiento del universo.
Es un tema que me apasiona y me anima a imaginar una solución que, a la vista de estas nuevas pruebas, no se halla símplemente con usar los conocimientos actuales, meter sus datos en ordenadores potentísimos y aplicarles un modelo informatizado. Quizá la imaginación humana, incluida la de los que tenemos poca capacidad en matemáticas, pueda aportar algo de ayuda para encontrar modelos más acertados sobre el funcionamiento del universo.
Mi apuesta para explicar la expansión acelerada está basada en los chorros colimados de radiación y partículas que surgen de los agujeros negros supermasivos en sentidos opuestos, como si se emitieran desde sus polos. La potencia de esos chorros aún es muy difícil de medir. Se producen al destruirse los objetos que están cayendo en un agujero negro. Cuando una partícula alcanza el horizonte de sucesos se destruye y no se sabe cuales son los productos de esa destrucción, a donde van, ni a qué velocidad. Sin hacer cálculos, de los que no soy capáz, me imagino que esos productos serán las partículas más pequeñas posibles, pongamos que son neutrinos, acelerados a una velocidad cási igual a la de la luz. De esos neutrinos, los que se muevan en dirección tangente al horizonte de sucesos quedarán atrapados en el horizonte, orbitando contínuamente en torno al centro de gravedad del agujero negro. El resto de neutrinos, la mayoría, saldría disparado siguiendo una trayectoria espiral en torno a un eje del agujero negro. Según crece el agujero con la materia de la galáxia que le rodea, que viene preferentemente de un plano, los neutrinos del horizonte girarán preferentemente en ese plano, de manera que los que escapan lo harían por un único eje. Los neutrinos que escaran por un eje, al ir todos en un mismo sentido y velocidad apenas colisionarán y por tanto no producirían radiación fuera del eje, eso explicaría que no vemos que salga luz del eje en cantidad suficiente como para detectar si se pierde por ellos una masa enorme. Pero en conjunto, el eje sería muy masivo y retendría con su gravedad la galaxia, lo cual explicaría porqué esta gira tan rápido que la gravedad de su materia visible no podría mantenerla tan compacta.
Estos chorros viajarían por todo el universo y sólo serían visibles estando en su trayecto. Como serían masivos, su gravedad concentraría en torno suyo la masa dispersa, generando galáxias nuevas. La acumulación de masa en la trayectoria de los chorros aumentaría el empuje de estos sobre la masa de las galáxias. Este empuje separaría las galáxias entre sí. siguiendo los hilos de una malla universal tridimensional, formada por los finísimos chorros de materia sutil y veloz que surgen de los agujeros negros.
A medida que se concentrase más masa en torno a los chorros, les daría más fuerza para empujar las galáxias. Como resultado, el universo visible, con su masa cada vez más agrupada en fibras similares a las de la miga del pan, se expandiría cada vez más rápido, como un pan que se cuece en el horno cada vez más caliente. Esto concuerda con las recientes observaciones de una aceleración de la expansión mayor de la esperada.
Fuente:
Señales de nueva física al medir con Hubble la expansión del universo
http://m.europapress.es/ciencia/astronomia/noticia-senales-nueva-fisica-medir-hubble-expansion-universo-20180223102506.html