viernes, 23 de febrero de 2018

La Casa Blanca armada hasta los dientes duraría poco

La libertad de llevar armas en Estados Unidos está en su constitución. Ese derecho se respeta en ese país como si se tratara de un dogma religioso, pero es irracional y extremadamente peligroso.

Si esa libertad se llevase hasta el último extremo, como en la última loca sugerencia de Trump de armar los colegios, la Casa Blanca estaría llena de gente armada sin control.
¿Se atrevería Donald Trump a permitir que estuvieran armados todos los que le rodean a diario, incluidos los que no trabajan para su seguridad? Quizá durase ese permiso lo suficiente para que el mundo se librase de ese loco extremadamente peligroso, pero preferiría que le quitasen del poder por medios pacíficos, por la seguridad de toda la humanidad.