jueves, 23 de mayo de 2019

Uniformidad universal y principio de acción-reacción

Sigue sin convencerme la teoría del Big Bang. No me creo las concentraciones de masa tan gigantescas que obligan a saltarse las leyes de la física, lo cual sería necesario para creerse que todo el universo estuvo alguna vez en un pequeñísimo espacio que se infló. Quizá el mayor argumento de los que defienden esa teoría consiste en que la uniformidad del fondo cósmico de microondas exige que hubiera una interacción que igualara la temperatura entre zonas del universo que ahora se separan a una velocidad mayor que la de la luz, y por tanto no se pueden influir ahora entre sí, lo que lleva a pensar que alguna vez debieron de estar muy cerca.

Para mí esta uniformidad sería explicable por un principio fundamental de la física, el de acción-reacción. No importa cuanto de pequeña sea una acción, esta tiene una reacción instantánea en el conjunto del universo, de manera que a escala universal todo está en equilibrio. Da igual cuanto de lejos esté una zona de universo de nosotros, se verá afectada ahora por un parpadeo nuestro. Puede parecer mágico, pero no más que el hecho más que probado del entrelazamiento cuántico de pares de partículas subatómicas, por el cual una lectura del estado de una de ellas determina instantáneamente el estado de la otra, sin importar la distancia y sin retraso por la velocidad de la luz.

lunes, 13 de mayo de 2019

Ricos megalómanos haciendo cohetes monstruosos

El comportamiento obsesivo compulsivo lleva a los super ricos a acumular fortuna sin poder parar.

El mismo impulso que les hace acaparar lo que no necesitan a costa de los necesitados lleva a los super ricos a realizar proyectos gigantescos de muy dudosa utilidad para la humanidad y su entorno. Un caso muy llamativo es el empeño en hacer cohetes espaciales monstruosos, común a dos de las personas más ricas: Jeff Bezos, propietario de Amazon, y Elon Musk, el jefe de Space X.
Los cohetes que quieren construir son mayores que el Saturno V, el que llevó al hombre a la Luna. Ese modelo ya estaba al límite del tamaño que permitía cierta seguridad (en torno a un fracaso catastrófico por cada 10 lanzamientos) a pesar de que contaba con una porción importante del presupuesto de la nación más poderosa del mundo.

Cualquiera que reflexione sobre los futuros cohetes gigantes, sin dejarse llevar de la pasión por los viajes espaciales, percibe el enorme riesgo que es lanzar esas moles con una aceleración varias veces superior a la gravedad terrestre sobre chorros de fuego, construidos con el mínimo de materiales para aligerarlos, con mucho riesgo de superar el límite de su resistencia.

Me parece evidente que el progreso en los viajes espaciales tripulados no pasa por hacer los cohetes cada vez más grandes a nivel del suelo, sino por construir las naves en órbita partiendo de masas pequeñas, porque una vez en órbita no es necesario someter la nave a grandes aceleraciones. Esas masas pueden consistir en equipos complejos fabricados en tierra, pero también de materias primas para las estructuras y combustible, que podrían provenir en un principio de la Tierra, mediante cohetes modestos pero seguros, aunque a la larga sería más práctico extraerlas de un lugar cercano y con poca gravedad: la Luna.

Lamentablemente, los proyectos a largo plazo, también en materia espacial, en lugar de destinarse al bien común y regirse por razones científicas, se dejan en manos de la industria privada, dominada por los caprichos y obsesiones de los ricos megalómanos, que no renunciarán a ellos más que cuando su obsesión les lleve a la ruina.

lunes, 6 de mayo de 2019

Anillos de luz con chorros en sus ejes

En este escrito intento describir una idea alternativa sobre la estructura de los llamados agujeros negros (an), esas concentraciones extremas de masa. No tengo formación científica suficiente como para sustentarla en datos y cálculos.

Como ya indiqué en otra entrada del blog,

https://fisivi.blogspot.com/2019/04/es-imposible-la-singularidad-de-un.html

me parece imposible que el centro de un an haya un objeto de densidad infinita, porque cualquier otra masa que cayera a él se aceleraría por encima de la velocidad de la luz (c) , por eso, y por evitar el infinito en una solución, llevo años imaginando alternativas que distribuyan la masa sin superar c. Como el horizonte de sucesos (hs) es precisamente donde la velocidad orbital se iguala a c, propongo que toda materia que llega a hs alcanza c, quizá desintegrándose y convirtiéndose en radiación electromagnética que, por no tener masa, puede alcanzar c. Esa radiación quizá quedaría confinada en el hs, sin salir al exterior, pero no podría caer a una singularidad central, ya que no existiría.

La materia en caida al hs (ma) podría venir desde cualquier dirección, pero debido a que se mantendría el momento angular de la materia que rodea al an, caería sobre todo girando en un plano, formando un anillo de acreción (aa). La velocidad tangencial de ma aumentaría a medida que se acercase al hs, hasta alcanzar c en hs, convirtiéndose en radiación confinada en el horizonte (rh) . Como la mayoría de ma caería desde el mismo plano, quizá toda rh quedaría limitada a una circunferencia coincidente con el ecuador de hs, formando un anillo en el horizonte (ah) de grosor casi infinitesimal y del mismo radio que el del an. La energía de rh equivaldría a la masa del an. Como la masa del an estaría distribuida por ah, el centro tendría gravedad 0.
Cualquier objeto que cayese desde un plano diferente del de aa sería acelerado por la gravedad de ah y saldría a velocidades relativistas por el eje de ah, donde no habría gravedad que la retuviera. Quizá ese fuera parte del origen de los chorros polares de los an. Otra parte la podrían aportar los choques de materia a velocidades relativistas en el disco de acreción. La radiación resultante de estos choques saldría en la dirección en que encuentra menos obstáculo material: la perpendicular al plano de aa.

Resumiendo: Los llamados agujeros negros consistirían en anillos de luz que arrojarían chorros de partículas por sus ejes. Es una imagen que concuerda bastante con la primera imagen publicada de un "agujero negro", el que está en el centro de la galáxia M87, aunque el anillo de luz que se observa está en el anillo de acreción, no es el hipotético anillo del horizonte de sucesos, que sería invisible desde fuera.