Según fuentes fiables, hay una compañia financiera, que mediante un software potente controla el 7% del dinero mundial. Según estas fuentes "su interés no es cambiar el mundo, sino mantenerlo siempre estable. Prevenir cualquier desarrollo que presente un riesgo".
Pienso que con el volumen de negocio de esas compañias ya han llegado a superar con creces un umbral peligroso de poder, a partir del cual la humanidad y el medio ambiente están en grave riesgo. Estas entidades especulativas son un cáncer que paraliza conscientemente la economía mundial y que consume cada vez más recursos.
El capitalismo, llevado a nivel global, es una catástrofe del mismo nivel que las grandes extinciones registradas en la historia geológica. Necesitamos defendernos con urgencia de éste, que es el mayor enemigo público, porque sus armas financieras son cada vez más potentes y más rápidas. Creo que estamos en un momento crítico en el que, si no atajamos este cáncer ahora mismo por medios pacíficos, en un plazo muy breve la situación será insostenible, llegando al punto en que para sobrevivir habrá que arrebatar por la fuerza nuestra Tierra a las compañias que nos la han robado.
Quizá no nos queden muchos años para una solución inteligente y pacífica. Para ello, quizá fuera eficaz atacar en los puntos débiles de los monstruos financieros. El punto más débil es posible sea a la vez el que les da más poder a más velocidad: el software.
Desde los comienzos de la informática basada en la electrónica, de esto hace ya cási un siglo, se especula con crear inteligencia artificial (AI) más poderosa que la humana, pero aún hoy sólo se consiguen artefactos informáticos (AI), que sólo nos superan en tareas muy concretas y repetitivas. Hay poderosas razones por las que la inteligencia de los seres vivos siempre será superior a informática la de unos artefactos. Quizá la mayor razón es que los seres vivos se construyen a si mismos desde una escala inalcanzáblemente pequeña y en un número inmenso, mientras que la informática artificial requiere de aparatos voluminosos, difíciles de construir y dependientes de un entorno artificial. Otra razón es la evolución por selección natural y por cooperación, que lleva depurando la inteligencia natural durante miles de millones de años, mientras que la informática sólo tiene unos cien años de existencia, con una evolución dependiente de los humanos.
Creo que hay motivos suficientes como para que la humanidad pueda confiar en vencer a los monstruos financieros que se apoyan en algo tan débil y relativamente simple como la informática.
Habrá que demostrar a los grandes capitalistas que lo que se gana con facilidad se pierde igual de fácil.