Del análisis de los datos de la sonda Juno, los científicos deducen mucha información inesperada del interior de Júpiter. Destaca lo siguiente:
- La profundidad de las zonas y bandas alcanza los 3500 km.
- Hay una configuración, que parece estable, de ocho ciclones de tamaño similar rodeando el polo norte a una misma latitud, como en los vértices de un octógono bastante regular.
- Hay una configuración, que parece estable, de cinco ciclones en torno al polo sur, en una misma latitud, como en vértices de un pentágono.
- El núcleo del planeta es difuso, no hay límite concreto que lo defina.
- El hidrógeno debajo de las bandas y zonas visibles es líquido y bastante conductor.
- Debajo de la atmósfera no parece haber turbulencias, sino que todo el interior del planeta parece girar solidariamente.
En cuanto al movimiento solidario del interior del planeta, pienso que quizá su conductividad eléctrica lo podría explicar, por compensar con corrientes eléctricas las diferencias de niveles de energía entre lugares distantes, sin que haya necesidad de compensarlas con movimiento de masas. Por ejemplo, si una zona está más caliente que otra, se producirán unas corrientes eléctricas que enfriarán la zona caliente y calentarán la fría hasta igualar sus temperaturas, y quizá las presiones. Sería algo parecido a lo que ocurre con los metales, ya que los mejores conductores de electricidad son también los mejores conductores del calor.
A partir de estas novedades, yo resumiría mi imagen de la dinámica de Júpiter de la siguiente forma:
En la atmósfera, hasta unos 3500 km, los movimientos de masas tienen poca resistencia, por eso las diferencias de potencial se compensan mediante vientos.
En el interior, en estado líquido, su viscosidad dificulta mucho los movimientos, pero al tener poca resistencia eléctrica permite compensar las diferencias de potencial mediante corrientes eléctricas cási instantáneamente, así que gira solidariamente, sin corrientes de masas.
Los movimientos en el interior se darían difúsamente, no en grandes corrientes. Por ejemplo, descenderían léntamente las sustancias más densas hacia el núcleo, siempre que no se combinasen químicamente con sustancias del manto, o si no son retenidas por electrostática. Este descenso ocurriría con más probabilidad para los gases nobles, hasta concentrarse en el núcleo.
Fantaseando, me imagino el núcleo difuso, compuesto de elementos pesados disueltos en helio, desprovistos de parte de sus electrones, y envueltos por un manto líquido de elementos menos pesados, sobre todo hidrógeno. Los elementos del manto retendrían los electrones cedidos por los elementos del núcleo. La repulsión electrostática en el núcleo cargado eléctricamente compensaría la presión e impediría que se compactara en un núcleo sólido.
Fuente:
http://danielmarin.naukas.com/2018/03/10/juno-revela-los-secretos-del-interior-de-jupiter/