domingo, 3 de marzo de 2019

Uno de los posibles nacimientos de la célula. Sobre una superficie de sílice

Unos biofísicos, experimentando con lípidos sobre superficies de sílice, se encuentran con que los lípidos se autoorganizan en vesículas. Teorizan sobre si formaciones similares pudieron dar lugar a las primeras células.

Coincide con una reflexión mía, desde hace años, sobre que unas grasas minerales se adhirieran al lecho rocoso de un río, crecieran con grasa transportada por el río, se cerraran formando una celda, que podía crecer y reproducirse por gemación. Estas celdas incorporarían de la corriente otras sustancias con nitrógeno y fósforo, formarían aminoácidos y nucleótidos, que a su vez formarían cadenas más largas de péptidos y ARN. Estas cadenas actuarían como catalizadores mutuos para polimerizarse, hasta llegar a la vida que conocemos. Todo ello mediante la interación con el río, con innumerables ensayos en trillones de celdas y muchas generaciones. Las pocas que consiguieron una catalización mutua se reprodujeron rápidamente, acaparando el alimento del rio, evolucionaron por selección natural y hasta ahora, cuando sus descendientes podemos vivir en muchos ambientes.

Aunque estemos lejos de un río, los animales llevamos nuestras propias corrientes por las venas.



La noticia de la que parto:
https://m.phys.org/news/2019-03-scientists-surfaces-early-life-earth.html