Aunque sea probable que haya muchos mundos con mantos de agua a gran profundidad alejados del Sol, es tan difícil de meterse ahí que no podemos investigar si hay vida en ese agua. Solo podemos imaginar, o simular con informática, que viene a ser lo mismo, la posible vida en el interior de los satélites de Júpiter, Urano, Saturno, Urano, Neptuno, o en Plutón.
Mejor explorar sus superficies, que es lo que se puede.
Yo no descartaría otro tipo de vida que no necesite agua líquida y temperaturas tan altas como la nuestra. A esas distancias del Sol la temperatura de la superficie de los mundos pequeños (satélites o grandes asteroides) no permite un ciclo de agua líquida, pero si ciclos de otras sustancias, sobre todo el nitrógeno, que tiene temperaturas de fusión y ebullición muy bajas y cercanas entre sí. Un ciclo de evaporación, condensación, precipitación, escorrentía y estancamiento de nitrógeno sería posible con muy poca energía. Quizá baste la poca radiación solar que llega hasta Urano, Neptuno; o Plutón donde según la sonda New Horizons se ve una superficie con muestras de mucha actividad, lagos de nitrógeno, sólido o pastoso, al menos en su superficie, atmósfera de nitrógeno y nieve de nitrógeno en las cumbres de sus montañas.
La vida que conocemos está basada en buena parte en el transporte de sustancias proporcionado por un medio líquido en movimiento constante, el agua, que trae alimentos y se lleva desechos.
Esa función también la podría cumplir un ciclo de nitrógeno líquido. Una vez puestas en contacto las diferentes sustancias que transporta el medio, estás pueden reaccionar para producir energía y construir estructuras muy diversas, incluidos los seres vivos.
La vida que conocemos se basa en el carbono, con enlaces muy fuertes. Para romper esos enlaces y crear nuevos al ritmo que ocurre en la vida de la Tierra se necesita mucho flujo de energía, como el que da el Sol en nuestra órbita. En órbitas alejadas quizá pueda haber vida parecida que se desarrolle a un ritmo mucho menor. Pero también se puede pensar en formas de vida distinta, que no estén basadas en enlaces tan fuertes y que requieran flujos de energía mucho menores para desarrollarse y evolucionar a un ritmo similar al nuestro. Por ejemplo una vida basada en enlaces de hidrógeno y en fuerzas intermoleculares débiles, donde en lugar de formar estructuras encadenando átomos de carbono con enlaces covalentes se hagan encadenando moléculas de nitrógeno y otros compuestos pequeños mediante fuerzas débiles.
Pensado tras leer:
https://danielmarin.naukas.com/2023/05/05/cuatro-mundos-oceano-alrededor-de-urano/