Las entidades financieras, mediante sus maniobras de especulación fraudulenta con los préstamos, iniciaron la última gran crisis económica mundial, que explotó en 2008, aunque se estaba cargando durante mucho antes.
Ante esa crisis, los estados reaccionaron ayudando a los culpables, intentando tapar sus agujeros con el dinero de todos, con un dinero que cumplia su función, la de facilitar el intercambio de bienes y servicios. Este dinero se perdía para siempre, porque intentaba tapar un agujero sin fondo, porque intentaba compensar un dinero falso perdido en sucesivas reventas revalorizadas de préstamos impagables.
Ante esta pérdida del dinero útil, verdadero, activo, los gobernantes tacaños tomaron las peores decisiones, las de recortar los ingresos de los trabajadores y de recortar los gastos en servicios públicos. Al faltar liquidez a la población, vino una parálisis de la economía, que entró en un círculo vicioso:El descenso en los ingresos de la gente común lleva a un descenso en el consumo, que lleva a pérdidas de las empresas, que despiden trabajadores, que dejan de recibir dinero para consumir, y así vuelta a empezar. De ese círculo vicioso sólo se salvan los que se aprovechan del mal ajeno: los especuladores carroñeros que compran aquellos bienes que malvenden los que caen en desgracia. Estos carroñeros son los mismos que provocaron la crisis, las entidades financieras, que usan el dinero ganado aprovechando la desgracia ajena para hacer préstamos abusivos a los particulares y a los estados que les han rescatado, cerrando así otro círculo vicioso en el que el dinero se acumula y deja de cumplir su función.
El dinero acumulado por los especuladores les permite adquirir poder político, incluso en paises formalmente democráticos mediante el pago fraudulento de campañas electotares, como las del PP o Ciudadanos en España, con lo que el círculo vicioso de acumulación de dinero y parálisis de la economía se cierra aún más.
De estos círculos ruinosos sólo nos puede sacar la reacción social. Este año, las concentraciones de pensionistas y la huelga del día de la mujer han sido decisivas para empezar a salir del bucle sin fin, han puesto las condiciones para que se eche al PP del gobierno, por ejemplo haciendo ver al PNV que sería inaceptable que apoyara la continuidad del gobierno del PP, el gobierno que paralizó la subida de las pensiones, aunque cediese unas migajas en los presupuestos de 2018. La gota que hizo rebosar el vaso lleno con esas condiciones fue la primera sentencia en la que se condena al PP por corrupción.
El nuevo gobierno del PSOE deberá comparar las fuerzas opuestas: capitalismo de especulación frente a población insumisa, antes de decidir si continúa con una política económica tacaña o estimulante. Por lo que les está ocurriendo a sus antecesores, a los que les queda mucho castigo que sufrir, no les aconsejo que escojan la tacañería y la sumisión a los banqueros.
El verdadero senado, senado en el sentido original, el de los jubilados y pensionistas, no dejará de vigilar el comportamiento de sus gobernantes. Tienen razones y tienen tiempo para manifestarlas, así que no es aconsejable ignorar su fuerza.
Supongo que algunos dirigentes del PP deben de sentir ahora arrepentimiento de haberse reido de los yayoflautas.
"El Senado (en latín, Senatus; de senex, anciano)" según:
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Senado_romano