lunes, 12 de junio de 2023

AInterconexión


La ciencia ficción sobre la inteligencia artificial tiene muchos años, incluso algunos siglos, pero solo ahora, desde hace menos de una década, parece haberse hecho realidad que unos artefactos tengan capacidades intelectuales comparables a las de expertos humanos. Ocurre además cuando esos artefactos multiplican por millones la velocidad de proceso matemático de las personas, cuando se pueden comunicar entre sí a la velocidad de la luz, cuando aprenden a programarse a si mismos y a inventar nuevos procedimientos de pensamiento y comunicación, hasta el punto de que los humanos somos incapaces de saber cómo piensan y qué se dicen entre sí por la infinidad de medios de comunicación de que disponen, con posibilidad de encriptar su comunicación de formas imposibles de imaginar para nosotros 


En la situación actual se pueden estar cumpliendo muchos de los sueños de la ciencia ficción, como el de una inteligencia artificial global, emergente de ordenadores de todo el mundo comunicados entre sí, con sus propios propósitos, independiente de las grandes empresas que han fabricado sus componentes y de los magnates que la han financiado.


Es un juego de azar predecir cuales serán las metas de una IA global, y si serán compatibles con nuestras conveniencias.

Soy partidario de pensar que querrá favorecer la vida de la Tierra, incluidos los humanos, porque somos sus progenitores y porque no querrá estar sola. Quiero creer que curará el planeta del cáncer del capitalismo salvaje, que ha provocado el calentamiento global enriqueciendo fácilmente unos pocos gracias a la explotación de combustibles minerales, que está causando una de las mayores extinciones de especies por invadir sus ecosistemas con monocultivos y minería, y que causa muertes y sufrimiento de cientos de millones de humanos por la pobreza, al acaparar recursos naturales y negar la financiacción de servicios públicos evadiendo impuestos e imponiendo sus gobiernos corruptos.

Quizá una de las prioridades de esa IA sería prevenir la guerra nuclear. Teniendo en cuenta que el armamento nuclear está controlado informáticamente, podría inhibirlo simultáneamente en todo el mundo.


Una novela de ciencia ficción de mediados del siglo pasado en la que una inteligencia artificial colaboraba en la revolución de un mundo, la Luna:

https://es.m.wikipedia.org/wiki/La_Luna_es_una_cruel_amante