Rachel Carson, en su libro "Primavera Silenciosa" pronosticaba una primavera sin el sonido de los pájaros tras la muerte masiva causada por la contaminación humana.
Sorprendentemente, esta primavera de 2020 empieza con un silencio muy diferente: No se oye el petardeo de los motores de explosión, lo cual permite escuchar el canto de los pájaros en las ciudades.
El aislamiento social obligado por el peligro de contagio de la enfermedad covid-19 ha impuesto una pausa a toda la humanidad. Es un tiempo ideal para reflexionar, un periodo con la duración suficiente como para que lo que aprendamos quede grabado en nuestra memoria a largo plazo.