Se cree que las causas de la segunda guerra mundial fueron la ambición territorial de los paises del Eje, los castigos a Alemania por la primera guerra mundial, y las consecuencias globales de la crisis financiera del 29. En mi opinión, la causa fue la falta de cultura de convivencia, unida a la vieja costumbre de solucionar los problemas propios robando los recursos ajenos mediante la fuerza. Esto se venía haciendo por la vieja Europa desde muchos siglos mediante el colonialismo. En la segunda guerra mundial, Alemania, Italia y Japón pretendieron repartirse el mundo como reacción a que les quitaron sus colonias cuando aún no sabían mantenerse con sus propios recursos y trabajar en su tierra. Prefirieron fabricar armas para quitarles las tierras a otros y hacerles trabajar como esclavos para ellos, como han hecho desde siempre los que tienen mejores armas.
El Eje se encontró con que los secretos para fabricar buenas armas ya no lo eran. El conocimiento técnico y científico para hacerlas estaba extendido por todo el mundo, que reaccionó aplastando a los nazis, los fascistas y a la élite económica y militar nipona.
Aún hoy, a principios del siglo XXI, no se ha acabado el colonialismo, e incluso se ejerce a distancia, a la velocidad de la luz, mediante ventas por internet. Si no lo frenamos por las buenas, mediante reacciones populares pacíficas y mediante el uso sostenible de los recursos locales, los desequilibrios económicos causados por el colonialismo pueden desencadenar guerras atroces. Esperemos que esta vez no se llegue a los niveles de las dos guerras mundiales del siglo XX.