Rachel Carson, en su libro "Primavera Silenciosa" pronosticaba una primavera sin el sonido de los pájaros tras la muerte masiva causada por la contaminación humana.
Sorprendentemente, esta primavera de 2020 empieza con un silencio muy diferente: No se oye el petardeo de los motores de explosión, lo cual permite escuchar el canto de los pájaros en las ciudades.
El aislamiento social obligado por el peligro de contagio de la enfermedad covid-19 ha impuesto una pausa a toda la humanidad. Es un tiempo ideal para reflexionar, un periodo con la duración suficiente como para que lo que aprendamos quede grabado en nuestra memoria a largo plazo.
domingo, 22 de marzo de 2020
domingo, 15 de marzo de 2020
La vacuna eres tú
Os recomiendo leer el artículo "La vacuna eres tú", del microbiólogo Ignacio López Goñi:
https://microbioun.blogspot.com/2020/03/la-vacuna-eres-tu.html
Es una explicación clara, en términos comprensibles por todos, de por qué hay que quedarse en casa durante la propagación del coronavirus.
Resumo (aunque es mejor es leer su artículo que es corto):
Se trata de que el máximo de casos graves en un momento no sobrepase la capacidad de atención del sistema sanitario, porque los casos graves no atendidos pueden acabar en muerte. En esta pandemia todos somos susceptibles de contagiarnos, y este virus es muy contagioso, así que si no nos aislamos antes de llegar al máximo de infectados este máximo supera la capacidad del sistema sanitario de atenderlos bien.
https://microbioun.blogspot.com/2020/03/la-vacuna-eres-tu.html
Es una explicación clara, en términos comprensibles por todos, de por qué hay que quedarse en casa durante la propagación del coronavirus.
Resumo (aunque es mejor es leer su artículo que es corto):
Se trata de que el máximo de casos graves en un momento no sobrepase la capacidad de atención del sistema sanitario, porque los casos graves no atendidos pueden acabar en muerte. En esta pandemia todos somos susceptibles de contagiarnos, y este virus es muy contagioso, así que si no nos aislamos antes de llegar al máximo de infectados este máximo supera la capacidad del sistema sanitario de atenderlos bien.
domingo, 8 de marzo de 2020
El virus que desnudó al capitalismo
La expansión de la enfermedad contagiosa covid-19 ha dejado en evidencia los peligros del capitalismo y la globalización de los negocios.
La ambición de unos pocos por el dinero y el poder, y su lucha contra los impuestos, ha tenido tanto éxito que ha debilitado los estados y la sanidad pública. Al mismo tiempo, los viajes de negocios y de turismo, facilitados por los combustibles que se extraen casi gratis de la tierra, están expandiendo los contagios explosivamente, a un ritmo que supera con mucho la capacidad de respuesta de los servicios sanitarios públicos (los privados ni siquiera atienden a los contagiados, o cobran unos precios prohibitivos).
Los estados, que excepto el chino están muy debilitados, intentan contener el incendio global de contagios, pero no hay cortafuegos. Hoy por hoy es imposible evitar que las personas viajen, porque todos dependemos de recursos y servicios globalizados.
Por suerte, y de momento, esta enfermedad no es de las de más mortandad, ya que muere "sólo" en torno al 2% de los infectados, así que puede que esta situación nos sirva para aprender qué debemos cambiar, antes de que se extienda otra desgracia global mucho peor, como el calentamiento global u otra enfermedad más mortífera.
En mi humilde opinión, deberíamos aprovechar los conocimientos científicos y técnicos para dar más autonomía local a las actividades humanas. Producir, consumir y reciclar con el mínimo transporte posible de personas y mercancías, reutilizando y reciclando recursos locales mediante energía solar, que llega de sobra para todos. Al mismo tiempo, fortalecer unos servicios públicos globales que puedan socorrer rápidamente a las comunidades locales en casos de emergencia.
La ambición de unos pocos por el dinero y el poder, y su lucha contra los impuestos, ha tenido tanto éxito que ha debilitado los estados y la sanidad pública. Al mismo tiempo, los viajes de negocios y de turismo, facilitados por los combustibles que se extraen casi gratis de la tierra, están expandiendo los contagios explosivamente, a un ritmo que supera con mucho la capacidad de respuesta de los servicios sanitarios públicos (los privados ni siquiera atienden a los contagiados, o cobran unos precios prohibitivos).
Los estados, que excepto el chino están muy debilitados, intentan contener el incendio global de contagios, pero no hay cortafuegos. Hoy por hoy es imposible evitar que las personas viajen, porque todos dependemos de recursos y servicios globalizados.
Por suerte, y de momento, esta enfermedad no es de las de más mortandad, ya que muere "sólo" en torno al 2% de los infectados, así que puede que esta situación nos sirva para aprender qué debemos cambiar, antes de que se extienda otra desgracia global mucho peor, como el calentamiento global u otra enfermedad más mortífera.
En mi humilde opinión, deberíamos aprovechar los conocimientos científicos y técnicos para dar más autonomía local a las actividades humanas. Producir, consumir y reciclar con el mínimo transporte posible de personas y mercancías, reutilizando y reciclando recursos locales mediante energía solar, que llega de sobra para todos. Al mismo tiempo, fortalecer unos servicios públicos globales que puedan socorrer rápidamente a las comunidades locales en casos de emergencia.
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