viernes, 31 de mayo de 2024

Superlumínico. ¿Qué causó la radiación de fondo?

Superlumínico. ¿Qué causó la radiación de fondo?


La uniformidad de la radiación de fondo de microondas (CMB por sus siglas en iglés) es el principal argumento de la teoría del Big Bang, porque esa uniformidad lleva a pensar que el evento que produjo CMB fue simultáneo en todo el universo. Como la propagación de cualquier causa de ese evento no pudo viajar a más velocidad que la luz, se supone que el espacio en el que estaba todo era tan pequeño que esa causa llegó casi a la vez a todo.


Las observaciones del telescopio espacial James Webb nos muestran galaxias grandes y evolucionadas cuando, según el Big Bang, solo habían pasado 300 millones de años desde el instante en que el universo era tan pequeño como para emitir a la vez CMB.

Esto se contradice con el tiempo que cualquiera puede esperar de la evolución de las galaxias. Al menos a mí, me hace pensar que CMB se produjo en un universo ya muy grande, debido a una causa que se propagó a una velocidad inmensamente mayor que la de la luz.


Sabemos que nada que conozcamos se propaga más rápido de la luz, quizá porque la masa que conocemos está basada en lo mismo que la luz. Pero aún nos queda mucho que conocer, como la materia oscura y la energía oscura, que no interaccionan con lo conocido más que por la gravedad.


Intento explicarme como ocurriría CMB de forma aparentemente simultánea, suponiendo que el universo ya era tan grande como para tener galaxias desarrolladas y muy distantes entre sí. Para ello imagino que el universo conocido forma parte de un universo inmensamente mayor, quizá infinito, en el que hay algo que se mueve inmensamente más rápido que la luz, una radiación superlumínica (RSL para abreviar) pero que no está repartida uniformemente. RSL, en la concentración actual en nuestro entorno, interaccionaría muy débilmente con la materia conocida. Suponiendo que en el momento del CMB cruzó nuestro universo visible una gran concentración de RSL, interaccionando con toda su materia lo suficiente como para calentarla y que emitiese CMB. Ese calentamiento, además, impulsaría la expansión del universo conocido.


Especulando más: A medida que nuestro universo se expande se encuentra entre más RSL que, aunque dispersa, está en más cantidad por ser mayor el volumen, así que interacciona más con nuestra materia y acelera la expansión.



https://phys.org/news/2024-05-astronomers-distant-galaxy-james-webb.html

"Los astrónomos encuentran la galaxia más distante utilizando el telescopio espacial James Webb"




P.D.:

No solo había galaxias evolucionadas al poco del "amanecer cósmico". También los agujeros negros supermasivos eran ya supermasivos. Además los cuásares funcionaban igual que en gigaaños posteriores:

https://phys.org/news/2024-06-black-hole-inexplicable-mass-jwst.html#google_vignette

"Un agujero negro de masa inexplicable: las observaciones del JWST revelan un quásar maduro en el amanecer cósmico"




miércoles, 22 de mayo de 2024

Propulsión espacial a pedradas

La propulsión en el espacio se basa en el principio de acción y reacción. Esto obliga a que las naves expulsen materia en sentido contrario a la marcha. Esa materia, el propelente, se debe acarrear con la nave y acaba agotándose. Sería ideal poder reponer propelente de fuentes naturales sin necesidad de aterrizar en un cuerpo con mucha gravedad, lo que requeriría mucha energía. Quizá los asteroides, con una gravedad despreciable, serían una buena solución. Pero procesar los materiales de un asteroide hasta convertirlos en un fluido manejable por un motor de reacción, aunque se base en propulsión eléctrica, requeriría de una maquinaria muy pesada y compleja.


Los asteroides cercanos a la Tierra que se han visitado hasta ahora con sondas están formados por rocas sueltas de diversos tamaños, abundando las pequeñas, pero con poco polvo o arena. Supongo que si recogiésemos pequeñas piedras sueltas, las podríamos lanzar en el sentido contrario a la marcha mediante una catapulta electromecánica, para impulsar una nave, sin tener que procesar el material para conseguir propelente. Tendría su dificultades, como la de impulsar esas piedras a suficiente velocidad para que con poca masa de propelente obtuviésemos mucho impulso, porque si no tendríamos que transportar tantas piedras que nos costaría mucho acelerar el conjunto de nave y propelente.

Se me ocurre que lanzándolas con una honda muy larga conseguiríamos darles mucha velocidad con un mecanismo sencillo con poco desgaste.


Quizá sería más eficaz que lanzar las piedras enteras el hacerlas pasar por un horno eléctrico del que salieran gasificadas a temperaturas muy altas. Entonces el mayor problema sería tener un horno y una tobera capaz de resistir esas temperaturas y el contacto con material abrasivo caliente de composición desconocida, que puede ser muy corrosivo químicamente.