jueves, 1 de febrero de 2024

Burbuja cósmica

Soy incapaz de admitir el modelo cosmológico más aceptado, el inflacionario, según el cual todo el universo empezó en un espacio pequeñísimo que contenía toda la masa y energía de nuestro universo observable, y que ese espacio se infló.

No puedo admitir que el espacio, el vacío en el que está todo lo que existe, pueda expandirse. Para mí el vacío no es nada, así que no puede expandirse.


Por otra parte, soy partidario de buscar causas externas a los fenómenos, porque un objeto no se mueve por si solo, sino por interación con otros. El modelo inflacionario pone la causa del nacimiento y expansión del universo conocido en ese mismo universo.


El uso de la palabra universo para lo que percibimos en el espacio me parece inadecuado. Para mí, el Universo es todo lo que hay, podamos detectarlo o no, y no tiene porqué tener límites, ni ocupar un espacio limitado. Creo que el espacio es infinito, y que existen objetos a distancias inalcanzables para siempre a nuestra percepción.


Esta forma de ver las cosas me lleva a imaginar que lo que conocemos tuvo, y tiene aún, una causa externa que nos rodea.


Imaginemos una olla llena de agua puesta al fuego que empieza a hervir. La causa que produce cualquiera de las burbujas no está en el vapor de la burbuja, sino en las condiciones de presión y temperatura de su entorno. Y la burbuja no es la que pone la materia de que está hecha, sino el agua que la rodea.


Así me imagino la zona de universo que conocemos, en parte. Es como una burbuja rodeada de una materia desconocida, densa y caliente, que no podemos ver y que se extiende por un espacio indefinidamente grande. Quizá una variación local en la presión o la temperatura en esta zona inició la burbuja que constituye lo que percibimos del Universo. Además, el Universo que nos rodea alimentaría esta zona produciendo la materia conocida a partir de una materia desconocida que inhunda el espacio hasta distancias inalcanzables.