Intento entender a mi manera, como persona sin enseñanza científica formal, la expansión acelerada del universo observable (UO) y el comienzo de este.
Sabiendo, desde Einstein, que masa y energía son equivalentes, tomando como masa todo lo que existe en UO y dividiéndolo en 20 partes, 1 sería la materia conocida (MC), 5 la materia oscura (MO) y 14 la energía oscura (EO).
Por mi tendencia a simplificar para intentar entender, propongo que MO y EO están compuestas de lo mismo: partículas de muy poca masa y mucho volumen que cuando se encuentran rebotan y que no actúan entre sí a distancia más que por la gravedad, a las que llamo partículas oscuras (POs).
Supongo que el universo es infinito en el espacio y en el tiempo, pero simplificando para intentar una explicación, supongo un estado inicial del que partir, un instante original (IO), en el que todas las PO del UO estaban juntas y quietas, formando una bola inmensa de una densidad parecida a la de nuestra galaxia, que llamaré bola original (BO). La MC estaría dispersa, moviéndose por el universo tanto fuera como dentro de BO, pero sobre todo fuera, hasta distancias enormes, tan grandes o mayores como las observables ahora.
Desde IO, la enorme gravedad de BO atrajo gran cantidad de MC, haciéndola caer dentro a mucha velocidad. La densidad y velocidad de partículas de MC dentro de BO produjo muchos fenómenos, entre ellos: una temperatura enorme, la fusión y fisión de partículas, o la formación de agujeros negros supermasivos (SMBH).
La velocidad de escape de BO sería muy grande, pero limitada por su baja densidad. A partir del momento en que la MC se calentó lo suficiente, sus partículas adquirieron la velocidad que le permitía escapar de BO. Esto ocurría sobre todo en los discos de acreción de los SMBH, que ante tanta densidad de MC debieron ser tremendamente activos.
Los chorros relativistas de los SMBH saldrían sin problemas de BO, y tendrían masa de MC suficiente como para atraer MO de la superficie de BO y arrastrarla consigo por gravedad hasta alejarse de BO.
Estos escapes de MO y MC reducirían el tamaño de BO hasta que se esparciera explosivamente por su temperatura y su falta de gravedad. Este sería el origen de la radiación de fondo de microondas.
La MC y la MO arrastrada por cada chorro, con el tiempo se encogería por gravedad formando en principio un chorro de estrellas y más tarde una galaxia en espiral, que podría crecer al encontrarse con materia dispersa y con otros chorros o galaxias.
La MO dispersada y veloz desde la desaparición de BO, en forma de POs rápidas, podría constituir la energía oscura, ya que al chocar con la MO lenta de las galaxias las impulsaría a separarse.
Una vez fuera de BO, la MC se iría desintegrando y dispersándose en partículas veloces, dejando las galaxias como grumos de MO sin MC.
La MO veloz iría perdiendo energía cinética con los choques contra esos grumos, así que acabaría cayendo en ellos.
Al desaparecer la energía oscura que constituía la MO veloz, los grumos de MO acabarían reuniéndose por gravedad en una nueva bola de materia oscura, y se iniciaría un nuevo ciclo cósmico.
P.D.:
La nueva bola de materia oscura no se formaría en el mismo lugar que la original, porque su materia se habría dispersado a una velocidad mayor que la de escape. Como el universo sería infinito, la MO proveniente de IO se uniría a la materia de otras zonas lejanas, contribuyendo a la formación de otras BO.
En el universo eterno e infinito se formarían y destruirían contínuamente infinidad de bolas de materia oscura, con sus consiguientes generaciones y destrucciones de infinidad de galaxias.
La expansión del universo que contemplamos ahora nos la muestran los objetos con luz, pero no vemos la materia dispersa y oscura que quizá circula en todas direcciones, también hacia nosotros, más allá de lo que podemos ver.